La película lleva casi 11 años. Se inició con el drama de escandalosos indicadores socioeconómicas que, por caso, arrastraban a seis de cada 10 tucumanos con ingresos tan bajos que no alcanzaban para salir del umbral de la pobreza. También con un nivel de desocupación del 25% sólo en el Gran Tucumán-Tafí Viejo. A partir de fines de 2003, aquellos índices fueron mejorando paulatinamente. Estaban en el fondo del mar, por ejemplificar, porque la Argentina venía de una profunda crisis financiera, económica y social. Todo lo que había que hacer era emerger. Así, fueron mejorando las condiciones.

Las conmemoraciones del Día de la Declaración de la Independencia, el miércoles último, sirvieron para que el gobernador José Alperovich expusiera estos datos en su mensaje para la ocasión. En 11 minutos, el mandatario trazó el panorama de su gestión que lleva casi 11 años. Y, entre otros indicadores, admitió, por caso, que la pobreza ha crecido a un nivel no visto desde hace tres años, rompiendo la serie histórica de reducción.

“En Tucumán, para no olvidar la dura realidad que nos tocó vivir y que felizmente superamos, la mortalidad infantil alcanzaba el 25 por mil, la desocupación el 25% y la pobreza el 64%”, arrancó Alperovich en el acto que fue encabezado por el vicepresidente Amado Boudou. “Hoy, la mortalidad infantil descendió al 13 por mil, la desocupación a la cifra histórica de 5% y la pobreza al 8,3%”, dijo luego desde el estrado montado en el teatro Mercedes Sosa. Ese 8,3% corresponde al cierre de 2013 y es el mismo que el registrado en el primer semestre de 2011. En cifras duras, equivale a decir que 70.550 habitantes del principal aglomerado urbano no reunieron los ingresos necesarios para salir de la pobreza. La postal del primer trimestre del año pasado es contrastante respecto de la relatada por Alperovich. Hasta junio de 2013 los pobres admitidos para el Gran Tucumán-Tafí Viejo por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) eran sólo 38.272 casos; correspondían al 4,6% de la población del aglomerado.

Pero la revelación del gobernador tucumano también muestra una faceta que, hasta ahora, la gestión de la presidenta Cristina Fernández no ha querido mostrar: cuál ha sido la evolución de la pobreza y de la indigencia en 2013. A fines de abril, el Indec ha sacado del calendario de difusión el dato de pobreza e indigencia. Y hasta ahora no se ha revelado. Algunos técnicos que trabajaban en el organismo calcularon que la tasa era del 20%, lo que implica a decir que, en la Argentina, hay ocho millones de pobres.

A juzgar por los indicadores volcados en el discurso del 9 de Julio, el Poder Ejecutivo tucumano no ha dejado de medir la pobreza. Y que mantiene la serie estadística, pese a que en el sitio oficial www.estadistica.tucuman.gov.ar se haya congelado con el dato al segundo semestre de 2012, cuando la pobreza era sólo del 4,2%.

Pero, para calcular el valor de la Canasta Básica Total (CBT), es decir, el nivel de ingresos que se requiere para no ser considerado pobre, se necesita también medir la evolución de los precios. En otras palabras, estimar la inflación. El último índice de precios al consumidor, medido en Tucumán, fue del 2% y correspondió a marzo de 2008, cuando el Indec difundía el IPC Nacional. Luego, suspendió ese programa experimental, centralizó la información y se afianzó la competencia con las consultoras privadas. Así, las estadísticas oficiales fueron perdiendo credibilidad hasta que en enero de este año, el ministro de Economía, Axel Kicillof, reveló la nueva metodología de cálculo del IPC Nacional Urbano (IPCNu).

Desde entonces, la inflación se fue acercando a valores más cercanos a lo que perciben los consumidores cuando van a comprar artículos de la canasta familiar. Según algunas proyecciones oficiales, la inflación tucumana está en sintonía con la que difunde el Indec, con una aceleración de los precios para el primer semestre, y con una desaceleración prevista para el último tramo del año, que puede llegar a cerrar con una tasa de entre el 30% y el 33%, si no hay profundas devaluaciones ni subas tarifarias.

Un freno

La desaceleración económica que se registra en el país ha impactado negativamente en los índices laborales. Según el gobernador, el Producto Bruto Geográfico (PBG) de Tucumán se ha expandido en un 110% en los últimos 11 años. En cambio, para el mismo período Federico Muñoz & Asociados midió una expansión acumulada del 90%, 20 puntos menos que el cálculo oficial.

“Si un proceso recesivo se define técnicamente como la sucesión de al menos dos trimestres consecutivos de retroceso en el nivel de actividad, podemos inferir que sólo cinco provincias (Misiones, Neuquén, Salta, Santiago del Estero, y Tierra del Fuego) evitaron caer en recesión”, indica la consultora. Más serio aún, agrega el reporte, cuatro provincias (Entre Ríos, La Pampa, Mendoza y San Juan) acumulan tres trimestres de retroceso en el nivel de actividad y un distrito (Tucumán) lleva ya cuatro trimestres consecutivos -desde el segundo trimestre de 2013- de contracción económica.

Según el Indicador Sintético de Actividad de las Provincias (ISAP), que toma ocho indicadores parciales o sectoriales (empleo, salario, recaudación del IVA, ventas de supermercados, despacho de combustibles y de cemento, transferencias de fondos coparticipables y patentamiento de autos), en el último año Tucumán acumuló una caída del 3,4%. Sin embargo, en el Gobierno prefieren no emitir opinión acerca de la evolución que ha tenido el PBG, particularmente durante 2013. De hecho, con caída de las principales actividades (agroindustria y construcción, entre otras), el sector público viene sosteniendo el consumo, con una inyección mensual de $ 1.100 millones en salarios.

De todas maneras, el freno de la economía ya le pasó factura al mercado laboral. En el último año se perdieron 5.363 empleos privados registrados. Frente a las complicaciones en el horizonte económico, creció paralelamente el empleo en negro al 45,3% de la masa de asalariados y, como dijo en su discurso, la desocupación también está en alza: llegó al 6%. Son las facturas de la recesión.

La desocupación
Un punto más que lo escrito en el discurso

El desempleo no es tan alto como en otros tiempos. Sin embargo, con el freno de la actividad volvió a crecer. Por caso, el gobernador José Alperovich dijo que la desocupación en Tucumán llega al 6%, un punto más de lo que originalmente estaba escrito en el mensaje que pronunció el miércoles. El dato sería del segundo trimestre de este año. De ser así, podría decirse que ahora los desocupados del principal aglomerado urbano rozan los 20.000 casos, con los jóvenes como principales víctimas.

Indice de precios
El semestre cerró con casi un 20% de alza

Oficialmente, Tucumán no publica la evolución del Índice de Precios al Consumidor desde hace casi un lustro, cuando fue intervenido políticamente el Indec. Sin embargo, las mediciones no dejaron de efectuarse, aunque se mantienen en reservas. De todas maneras, a juzgar por la evolución de algunos índices fiscales, se calcula extraoficialmente que el primer semestre cerró con un alza cercana al 20%, por lo que los técnicos creen que el año puede cerrar en torno de un 33%.

La fuerza laboral

Nula generación de puestos 


Entre enero y marzo pasado, en Tucumán se registraron 149.887 empleados privados, según los datos del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones. El mercado laboral formal viene sintiendo los efectos de la menor expansión económica. Por caso, en 2012 el PBG de Tucumán habría tenido un crecimiento nulo, mientras que el año pasado sintió el freno de la actividad agroindustrial. Este año, el Estado sostiene la economía, con inyección de dinero.